El Futanari, uno de los subgéneros más influyentes del Hentai, es un género del manga y el anime japonés que generalmente presenta personajes hermafroditas. Estos personajes suelen tener géneros masculinos exagerados en sus dimensiones y eyaculaciones.
El origen del término "Futanari
El término "Futanari" es una palabra japonesa que significa literalmente hermafroditismo. La palabra también se utiliza en un sentido más amplio para referirse a la androginia. Fuera de Japón, el término se utiliza comúnmente para describir un género pornográfico explotado en videojuegos, cómics y animación. En general, el término se toma prestado para referirse a los dos caracteres sexuales primarios: masculino y femenino. Pero en el lenguaje moderno, se refiere casi exclusivamente, en su sentido artístico, a personajes con apariencia femenina. En este último caso, el término "Futanari" suele abreviarse como "Futa", que también suele referirse al género Futanari del Hentai.
Desde el principio de los tiempos, muchas religiones populares han creado diversas fantasías relacionadas con muchos personajes sexuales que se impusieron rápidamente en la sociedad japonesa. Las obras tradicionales japonesas, que se remontan a cientos de años, siempre han mantenido que el cambio de género no estaba excluido en la sociedad japonesa. La representación del género futanari se utilizaba incluso en el culto a deidades japonesas como Dosojin, que a veces tenía un género ambiguo, es decir, no es ni masculino ni femenino. Figuras notables de la cultura asiática sostienen que los inicios del futanari podrían remontarse incluso a los orígenes del budismo. De hecho, las deidades no tenían necesariamente un género específico. Del mismo modo, existe la creencia generalizada de que algunas personas pueden cambiar de sexo según la fase de la luna. A partir de esta idea, se utiliza el término "Hangetsu", que puede traducirse literalmente como "medio mes" o "media luna", para describir a estos seres.
La historia del subgénero "Futanari
El manga futanari apareció gradualmente en la década de 1980 y se hizo muy popular en la década de 1990. Rápidamente se pusieron de moda entre los aficionados al manga, convirtiéndose en una parte omnipresente de la industria japonesa del cómic y el anime. A medida que el subgénero evolucionaba, los artistas y escritores de anime y manga intentaron cruzar el Futanari con otros subgéneros influyentes de la época. El artista japonés Toshiki Yui describe un buen ejemplo de este cruce con su famoso título "Hot Tails", que se convirtió en una conocida referencia en Occidente. En el ámbito del anime convencional, los escenarios de travestismo siempre han sido populares tanto en Japón como en Occidente. Los ejemplos más populares, como "Ranma ½", "Kampfer" y "Futaba-Kun Change!", muestran cambios sexuales de hombre a mujer. ¡Otra figura destacada en la historia del Futanari es el título "I My Me! Strawberry Eggs" tiende a representar un tema más travestido.
El principio de Futanari
Aunque el Futanari es un género de anime, manga hermafrodita y hentai doujin, no representa a los personajes transgénero. Estos últimos están presentes en un género específico en el Hentai (Shota), donde los chicos jóvenes son tratados como esclavos sexuales en la continuidad de las historias. Entre los dignos representantes del subgénero Shota está "Boy soprano", en el que el héroe Akira, criado por su tía como una niña, se convierte en el juguete sexual de un establecimiento femenino.
Por definición, una mujer futanari es originalmente una mujer que desarrolla preferencias heterosexuales a lo largo de su vida. Ha sufrido una transformación que la ha dotado de un sexo masculino que, por tanto, le permite satisfacer sus deseos sexuales heterosexuales. Además, otras sagas de Futanari doujin describen a mujeres que nacieron con una vagina y un pene al mismo tiempo. Aquí es donde surge el término "Futanari", que evoca la idea del hermafroditismo.
El subgénero Futanari utiliza diferentes técnicas narrativas para evocar la transformación de las heroínas. Las heroínas suelen sufrir un efecto mágico o químico, cuyo curso varía según la imaginación de los autores de anime o manga. Pero en la mayoría de los casos, las heroínas sufren un trauma relacionado con esta transformación, que suele disiparse tras varios años de prácticas heterosexuales. Las mujeres hermafroditas descritas en Futanari suelen utilizar sus penes con otras mujeres y rara vez con hombres.